Dramaturgia de Iván Barlaham Montoya Correa IV

Tomo IV – Infantiles
Iván Barlaham Montoya Correa
En un cruce de caminos en el Quindío, de Alcalá a Quimbaya y Montenegro, me sucedió venir al mundo. Nací por accidente en la fonda de este cruce, terminal de viajeros, arrieros y recuas de mulas del viejo Caldas que el dividirse se llamó Quindío. El cruce ahí sigue. Se llama Partidas de la Española, un hombre que tatuó un sutil tinte de color sepia a mohoso de descubrimiento del Siglo XV.
Luego, mi niñez transcurrió entre viajes de a caballo por humildes municipios y las futuras ciudades de la región cafetalera hasta el asentamiento en Sevilla-Valle.
Mis padres eran de buena talla racial paisa, nato orgullo y casta criolla, más no de hidalga casta de elevada estatura. Ambos gozaban de baja estatura física y esto me condenaba a gozar igualmente de tal falla para vivir. Falla definitiva que desde ,y niño me advirtió cuán poco crecería y que sería hombre pequeño, que para defenderme de ‘los grandes’ debía crecer en otros sentidos. No hubo otros sentidos; sólo uno, crecer intelectualmente por vías de estudio, observación y lectura.